Caracterización de las condiciones oceanográficas cerca de la Isla Coiba y el Pacífico de Panamá utilizando 20 años de mediciones satelitales de estrés del viento, TSM y clorofila-a

Resumen

La Isla Coiba y la Zona Especial de Protección Marina asociada representan una reserva marina importante, aunque poco estudiada, a lo largo de la costa del Pacífico de Panamá. Si bien recientemente se han iniciado esfuerzos para establecer programas de monitoreo en la región, ya existe una variedad de mediciones ambientales históricas relacionadas con el mar, derivadas de observaciones satelitales. El objetivo de este artículo fue utilizar conjuntos de datos a largo plazo para variables clave para proporcionar información cualitativa (es decir, oceanografía descriptiva) de las condiciones climatológicas y variabilidad interanual en la región del Pacífico de Panamá. Estos se basan en evaluaciones numéricas, lo que proporciona una base importante para estudios en curso y futuros, particularmente en la región de la Isla Coiba y el Golfo de Chiriquí. En particular, examinamos 20 años (enero de 2003-diciembre de 2022) de estrés eólico, temperatura de la superficie del mar (TSM) y clorofila-a (Chl-a), que abarcan las regiones neríticas y pelágicas de la costa del Pacífico de Panamá. Durante la estación seca (invierno del norte), el conocido chorro de viento estacional regional de Panamá apareció a lo largo del Golfo de Panamá, lo que provocó una mezcla de la superficie y un enfriamiento de la TSM que finalmente se extendió por la mayor parte de la Bahía de Panamá. Al oeste de la Península de Azuero, la TSM aumentó y el calentamiento de la superficie se extendió más lejos de la costa desde enero hasta abril. La TSM en el Golfo de Chiriquí durante este período fue alrededor de 1° C más cálida en promedio que al este de la Isla Coiba. En julio y agosto, los gradientes de TSM en alta mar se volvieron en gran medida longitudinales, se produjo un enfriamiento a lo largo de la temporada, y la TSM a ambos lados de la isla Coiba fue casi la misma. La influencia del chorro de Panamá en el Golfo de Panamá también fue evidente en los datos de Chl-a, con valores impulsados por las surgencias que alcanzaron su punto máximo en febrero/marzo (hasta 11 mg m^-3, con un valor climatológico mensual de alrededor de 2 mg m^-3 durante este período). Durante el resto del año, la concentración de Chl-a en esta región promedió alrededor de 0,5-1,0 mg m^-3. En el Golfo de Chiriquí y la región al este de la Isla Coiba, los promedios climatológicos mensuales fueron aproximadamente 0,3-0,5 mg m^-3 y 0,4 - 0,6 mg m^-3, respectivamente. Algo sorprendente es que en los datos satelitales del Golfo de Chiriquí durante mayo de 2007 y junio de 2008 estuvieron presentes valores muy altos de Chl-a, alcanzando un máximo de 16 mg m^-3 y 32 mg m^-3 en un lugar justo al oeste de la isla Coiba, respectivamente. Aún no está clara la causa de estas aparentes floraciones. Sin embargo, incluso cuando se excluyeron los valores altos de Chl-a en el cálculo de los promedios climatológicos en el Golfo de Chiriquí, hay una sugerencia de estacionalidad modesta en los valores de Chl-a, con valores ligeramente elevados (~ 0,4 mg m^-3) que alcanzan su punto máximo alrededor de mayo y octubre. Durante el evento extremo de El Niño de 2015-2016, el promedio mensual de TSM a lo largo de la costa del Pacífico de Panamá fue más cálida que el promedio, con niveles elevados de hasta + 2 °C y con duración de 12 meses en el Golfo de Chiriquí. En el Golfo de Panamá, las anomalías promedio mensuales de la TSM fueron de hasta + 1,7 °C, aunque las temperaturas volvieron a los promedios casi estacionales después de aproximadamente 5 meses.