taxones capturables. Asimismo, si se analizan los
taxones en base a sus tamaños y hábitos de vida,
la fauna potencialmente capturable está dominada
por langostino, esponjas, braquiópodos y tunica-
dos, lo que incluye especies de tamaño pequeño
(respecto al mallero de las trampas) como el lan-
gostino y los braquiópodos o con hábitos de vida
sésil pero que en muchos casos actúan como mul-
tiplicadoras del sustrato, como esponjas y tunica-
dos. Por otra parte, la fauna efectivamente reteni-
da por las trampas está caracterizada por organis-
mos de comportamiento predatorio activo, con un
mayor grado de movilidad (cangrejos y equino-
dermos), predominando el cangrejo araña L. gra-
naria y en menor medida las estrellas de mar.
La baja incidencia de especies sésiles retenidas
en las trampas, las cuales podrían verse afectadas
potencialmente por su alta abundancia relativa y
nula posibilidad de escape ante los arrastres de las
trampas sobre el fondo, indicaría que el efecto de
la pesca sobre estas especies (y de las que se
asientan sobre ellas) es muy bajo. Sin embargo,
hay que considerar otros posibles factores que
pueden afectar a las especies sésiles y que con
esta metodología no pueden ser registrados. Por
ejemplo, otros trabajos mencionan que cuando las
trampas ya están asentadas la posibilidad de inter-
acción con organismos sésiles es baja, pero esta
interacción aumenta fuertemente cuando las
trampas son movidas por tormentas o durante su
recolección (Shester y Micheli 2011; Schweitzer
et al. 2018). Por lo tanto, el daño real de las tram-
pas sobre los invertebrados bentónicos puede
estar subestimado si solo se considera el número
de individuos retenidos, ya que esta interacción
de tipo mecánica puede generar la rotura de par-
tes del ejemplar o la pérdida de agarre al fondo
marino, generando un daño no visible y por lo
tanto no cuantificable. Este tipo de efecto mecá-
nico está fuertemente relacionado con la morfolo-
gía de los organismos. Así, organismos erectos,
rígidos y altamente ramificados como corales o
briozoos parecen ser más susceptibles a los
enganches y/o arrastres (Schweitzer et al. 2018).
Dado que estos organismos no se encuentran
entre las principales especies potencialmente cap-
turables ni tampoco se contabilizaron restos de
ellos en las trampas, puntualmente en el sector
bajo análisis la subestimación del daño no visible
por enganches o roturas parecería ser muy baja.
Con respecto a la comparación entre las artes
de pesca utilizadas en este estudio, existen ciertas
consideraciones que realizar. Por un lado, aque-
llas referidas a la red de arrastre de fondo emple-
ada para caracterizar al macrobentos potencial-
mente capturable, y por otra parte, aquellas rela-
cionadas con la experiencia y capacitación para la
identificación de los organismos presentes. Otro
aspecto a destacar, y que no se abarca en este tra-
bajo, es la posible diferencia entre la captura de
fauna acompañante, en términos de especies y
cantidad de ejemplares, en trampas con y sin ani-
llos de escape. Respecto al uso de la red de arras-
tre de fondo, si bien ésta no es específica para la
recolección de organismos bentónicos como una
rastra o draga, ya que puede subestimar la presen-
cia de organismos micro y meso infaunales (Jør-
gensen et al. 2011), permite tener una buena
representatividad de la fauna macro-bentónica y
brinda adicionalmente información que puede ser
utilizada para medidas de manejo (Callaway et al.
2002; Brind’Amour et al. 2014). Sumado a esto,
los monitoreos periódicos en el sector (basados
en campañas de investigación que utilizan este
arte de pesca), muestran que las capturas de
invertebrados se mantienen relativamente esta-
bles a lo largo del tiempo tanto en biomasa como
en número de especies (Gaitán y Souto 2017,
2018). En ese sentido, los resultados indican que
más allá del número total de especies registrado,
el langostino y otras nueve especies son las que
dominan y estructuran las comunidades bentóni-
cas del área analizada. Por otro lado, es cierto que
el número de taxones registrados en las trampas
está subestimado en los datos obtenidos en la
campaña de centolla, ya que algunos grupos de
organismos (poríferos, equinodermos) no fueron
determinados a nivel específico. Sin embargo, las
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GAITÁN ET AL.: BENTOS ASOCIADO A LA PESQUERÍA DE CENTOLLA