teriormente, en 1939 la Universidad de la Habana
se integró a las investigaciones colaborando en
diferentes expediciones con instituciones extran-
jeras. Pero, no fue hasta pasada la mitad del siglo
XX cuando la poliquetofauna de Cuba comenzó a
darse a conocer a través de los trabajos de Rullier
(1974), Ibarzábal (1986), San Martín (1986a;
1986b; 1990; 1991a; 1991b; 1992; 1993; 1994),
ten Hove y San Martín (1995), San Martín et al.
(1997), Bastida-Zavala y Salazar-Vallejo (2000),
Bastida-Zavala y ten Hove (2003), Fernández et
al. (2008), Ibarzábal (2008), Ibarzábal y Helguera
(2008) y Álvarez y San Martín (2009).
Actualmente, los poliquetos constituyen uno
de los grupos más diversos y abundantes, y en
algunos casos dominantes, de la macrofauna ben-
tónica de la isla (1.500-3.200 ind. m-2) registrán-
dose hasta la fecha un total de 427 especies, de las
cuales 54 tienen a la isla como localidad tipo
(García et al. 2013). Pero como ocurre en muchos
de los países caribeños, el conocimiento sobre el
grupo sigue siendo escaso (Díaz-Díaz et al.
2017a).
Ibarzábal (1996) estudió la comunidad de poli-
quetos bentónicos en la Habana (el interior de la
bahía, el canal de entrada y la costa aledaña), la
cual fue descrita por Mederos (1989) como un
sistema eutrófico altamente productivo y con sig-
nos evidentes de deterioro (provocados principal-
mente por los vertimientos urbanos y los drenajes
pluviales), que se manifiestan en un bajo conteni-
do de oxígeno, altas concentraciones de hidrocar-
buros y un deficiente estado sanitario. Del análi-
sis se obtuvo que los poliquetos, a pesar de ser el
grupo dominante, en general presentaron muy
baja densidad (entre 9,6 y 12 ind. 10 cm-2; inclu-
sive estaciones sin individuos); sin embargo, ésta
fue aumentando en dirección a la salida de la
bahía (al alejarse del foco de contaminación),
definiéndose dos comunidades: una al interior de
la bahía con especies resistentes a la contamina-
ción, y la otra típica de lugares costeros menos
intervenidos. En detalle, se identificaron 10 espe-
cies: Americonuphis reesei, Arabella iricolor,
Branchiomma nigromaculata, Schistomeringos
rudolphi, Dorvillea cerasina, Exogone dispar,
Neanthes caudata, Stenoninereis martinsi,Stre-
blospio benedicti y Timarete filigera. Entre ellas
S. martinsi y S. benedicti tenían una amplia distri-
bución dentro de la bahía, que como ya se indicó
es una zona altamente intervenida. Respecto a las
tres zonas estudiadas por Ibarzábal, en la zona
interior hubo una brusca disminución de la fauna
con presencia de solo tres especies: S. martinsi,S.
benedicti y S. rudolphi, lo que denotó, según la
autora, una contaminación de naturaleza tóxica.
Por otra parte, en el canal de entrada se encontró
un biotopo con características intermedias (mayor
influencia del interior que de la costa) con cinco
especies que coinciden en todo el monitoreo: S.
rudolphi, S. martinsi, S. benedicti, T. filigera, B.
nigromaculata. La costa aledaña, por su parte,
mostró tanto un incremento en densidad de poli-
quetos (entre 25,8 y 34,4 ind. 10 cm-2), como un
aumento en número de especies (siete especies
que no estuvieron en el interior: T. filigera, D.
cerasina, E. dispar, N. caudata, A. reesei, A. iri-
color, B. nigromaculata), comunes en zonas lim-
pias. Esto quedó confirmado por los índices eco-
lógicos: H’, J’ y C (dominancia), que indican una
mejora en las características ambientales desde el
interior hacia la zona costera. Adicionalmente,
utilizando el índice de similitud de Sørensen, se
detectó la presencia de tres grupos: Grupo 1,
compuesto por S. martinsi,S. rudolphi y S. bene-
dicti (especies conocidas por su marcada asocia-
ción a lugares fuertemente contaminados); el
Grupo 2, constituido por A. iricolor,E. dispar, T.
filigera, B. nigromaculata yN. caudata; y el
Grupo 3, con A. reesei y D. cerasina (especies
propias de zonas con enriquecimiento orgánico).
Por su parte, Armenteros et al. (2003) analiza-
ron la variación espacial y temporal en la abun-
dancia y composición del meiobentos en la Haba-
na. En esta, encontraron 16 taxa en total, dentro
de los cuales los poliquetos llegaron a representar
más el 25% de la densidad total en una estación
localizada en una zona de descarga directa de
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ELÍAS ET AL.: POLIQUETOS INDICADORES EN LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE